El gran regreso del caballo más querido de la TV
PUNTAJE: 7
Sí, volvió BoJack Horseman y su tan esperada segunda temporada. Esta serie original de Netflix que estrenó el año pasado es una sitcom de animación que plantea un universo antropomórfico dónde los seres humanos y los animales conviven y se encuentran a la par.
Lo sucesos que transcurren en el presente de la serie tienen una constante interacción con Horsin’ Around, el viejo show de BoJack en el cual era protagonista y había sido un éxito en los noventa. Ahí es cuando se puede observar una especie de puesta en abismo en dónde se muestra la sitcom dentro de la sitcom, siempre con el fin narrativo de contraponer los momentos y sentimientos de este actor que vive de regalías y tiene una actualidad no tan favorable en dónde intenta volver al estrellato mediante la publicación de un libro autobiográfico.
La serie presenta un espíritu sarcástico y una estética pop símil a grandes éxitos animados de la TV como Beavis and Butt-head, Daria o Ren and Stimpy y cuenta con personajes profundos y sumamente logrados que componen un universo dónde predomina lo intertextual a través de diversas referencias a acontecimientos populares del cine y la televisión.
A comparación de la primera, esta segunda temporada de BoJack Horseman se presenta mucho más profunda, inteligente y llena de situaciones, diálogos y personajes muy sofisticados. En este caso, BoJack (con la voz de Will Arnett) consigue cierto reconocimiento tras la publicación de su autobiografía escrita por Diane (Alison Brie) –su ghost writer-, obtiene un papel protagónico en cine para la película en la que siempre quiso trabajar, y también conoce a Wanda (Lisa Kudrow), una mujer búho de la cual se enamora.
Estos nuevos doce episodios resultan más complejos narrativamente, desde el habitual uso del flashback así como un desarrollo más intenso en lo que la composición de cada uno de sus personajes se refiere, sean los ya mencionados como los otros que giran en torno a la vida de Bojack: Todd (Aaron Paul) –su amigo-, Princess Carolyn (Amy Sedaris) –su agente- y Mr. Peanutbutter (Paul Tompkins) –su archirrival-.
BoJack Horseman presenta una gran cadena de gags, inteligentes diálogos y un destacado humor negro que hacen que la serie creada por Raphael Bob-Waksberg sea muy querible, entretenida, llevadera e ideal para el binge-watching que tanto se fomentó tras la aparición de plataformas como Netflix.