Una segunda temporada impecable
PUNTAJE: 9
El año pasado salía al aire Better Call Saul, una de la series más esperadas como una de las que más se temía lo que pudiera llegar a ser, ya que resultaba complicado que un spin-off de la gloriosa Breaking Bad pudiese llegar a estar a su altura. La cuestión es que aquella primera temporada cumplió con creces y hasta se ubicó entre las mejores de 2015.
Si aquella primera temporada de Better Call Saul había sido buena, hay que decir que la segunda es brillante y está al nivel de los mejores momentos de Breaking Bad. Es realmente destacado como se va construyendo narrativamente la transformación de los personajes desde un presente en la serie actual a lo que luego serían en la mítica serie de Vince Gilligan, ya que tanto Jimmy McGuill (Bob Odenkirk) como Mike Ehrmantraut (Jonathan Banks) van evolucionando en cada episodio y de a poco se van viendo distintas matices del porqué de sus futuros cercanos.
Esta serie de Gilligan en conjunto con Peter Gould sorprende en cada capítulo, todos de una calidez visual pocas veces vistas en la televisión y con enfoques sumamente cinematográficos, todo encaminado a partir de un guión excelente y climas realmente envolventes, que entre secuencias pausadas, tiempos muertos y un montaje arriesgado logran crear un universo desgarrador.
Otro punto muy a favor de la serie es que se desenvuelve muy bien a través del factor nostálgico ya que, aparte de Jimmy (en un futuro Saul Goodman) y Mike, irán apareciendo otros personajes secundarios de Breaking Bad en sus inicios, lo cual para los que la habían visto hace que todo esto sea más que atractivo y funcione como gancho y una rama más entre la conexión entre ambas obras, aunque tampoco está de más decir que Better Call Saul es totalmente independiente a su antecesora ya que la diégesis sucede años atrás cronológicamente.
Pero si hay dos personajes interesantes en esta segunda temporada son Kim Wexler (Rhea Seehorn) –la novia de Jimmy- y Chuck McGuill (Michael McKean) –su hermano-, los cuales tienen una gran importancia en la narración y de seguro son y serán claves en el futuro destino del protagonista, como también la trama abre el atractivo interrogante de qué habrá pasado con ellos, ya que en Breaking Bad se desconoce acerca de sus paraderos.
En fin, esta segunda temporada de Better Call Saul es sumamente lúcida y atrapante, no deja grietas narrativas como a su vez abre diversas tramas argumentales que hacen que la historia sea sofisticada y esté acorde a la supremacía visual que tiene por sobre las demás series actuales, lo que no solo la pone a la misma altura que Breaking Bad, sino que si sigue a este nivel, todo puede llegar a pasar en futuras entregas.