La caída de un gigante y la confirmación de una gran serie
PUNTAJE: 8
Cuando el año pasado estaba por salir la primera temporada de Narcos (y habiendo tantas otras series que trataran la vida de Pablo Escobar), la incógnita era cómo podría resultar, a partir de una producción en gran parte estadounidense, y se generaban ciertas dudas sobre su calidad, las cuales fueron disipadas con unos muy buenos diez episodios iniciales.
Esto obviamente dio pie a una segunda temporada y a seguir esta poco convencional serie estilo biopic que, al menos en sus primeras 2 temporadas, se centra en la vida del más famoso narcotraficante que haya existido. Lo interesante de la creación de Chris Brancato, Eric Newman y Carlo Bernard es que –a pesar de errores previsibles pero sin mayor importancia- la serie resulta auténtica y que, en medio de locaciones reales, la gran parte de los diálogos en español y una música extradiegética totalmente acorde con la historia, hacen que Narcos sea sumamente atractiva.
Si la primera temporada había sido una agradable sorpresa, la segunda sigue manteniendo el nivel, con un gran ritmo narrativo y una adrenalina que se mantiene de principio a fin para devenir en la ya famosa e inevitable caída de Escobar.
Un tópico en el que siempre se destacó Narcos es en su calidad visual, con su excelente fotografía que expone la cruda realidad que la serie quiere recrear. Con una especie de collage entre la ficción y diferentes imágenes de archivo sobre la época en cuestión, la narración se vuelve más realista, a pesar de las libertades que se toman en torno para el desarrollo del drama.
Otra cuestión que hace que Narcos sea una muy buena serie es que a pesar de ser una producción en gran parte estadounidense, no toma un total partido ideológico a favor del país norteamericano, sino que la serie es totalmente crítica con tal parte como con la colombiana, exponiendo una temporada bastante más oscura que la primera en dónde los hechos que resalta no esconden ningún tipo de límites.
Narcos, como si fuese una tragedia griega, toma la vida de Escobar desde su momento de plenitud hasta su caída a partir de sus más escalofriantes y oscuros días, aunque a pesar de mostrar las facetas más viles del personaje, también deja un pequeño costado hacia su redención en tanto a sus propios ideales.
En términos generales, esta segunda temporada continúa con el muy buen nivel de la primera y hasta en ciertos momentos la supera en calidad. Es sabido que los realizadores buscan ir más allá de la historia del famoso narco colombiano, y así seguirán las historias, con los demás zares de la droga, a partir del reciente anuncio de una tercera y cuarta. Queda por ver cómo continuarán la trama sin lo imponente del personaje de Escobar y –por supuesto- sin el gran protagónico de Wagner Moura, aunque si los guiones siguen siendo tan atrapantes como lo ya realizado, las esperanzas son bastantes.
Hablemos de Series 
Impecable Review Tomás, coincido en todo lo que describiste, me pareció superior por el peso de la acción esta temporada que la primera. Excelente la fotografía, la música, etc.
Se va a extrañar mucho a Wagner Moura, en los primeros capítulos de la primer temporada me hacia ruido el acento brasilero pero con el correr de la serie entre que el mejora el acento y nosotros nos acostumbramos un poco, uno se termina olvidando y para mí personalmente lo que transmite, en los gestos, con el cuerpo, psicologicamente, no me pasaba desde Walter White, impresionante. Saludos
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Muchas gracias por el comentario, Diego. Me alegro que coincidamos. Saludos.
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