Catástrofe
PUNTAJE: 1
Hace tiempo se venía hablando de lo que sería la primera serie original de Netflix producida en Argentina y de la importancia de tener como creador a un director de la trascendencia de Daniel Burman. Con Edha, lamentablemente, la decepción resulta tan grande que el único veredicto tras sus diez episodios es que esta obra debe ser de lo peor que se haya visto audiovisualmente en mucho tiempo.
Edha es -básicamente- una serie mala, y de las peores, o sea de aquellas de un alto grado de solemnidad que intentan ser una obra de calidad y exponer algo que sea trascendente, pero que -obviamente- termina siendo todo lo contrario. Este drama telenovelesco en relación al universo de la moda resulta tan frívolo, como aburrido y predecible, y al correr de los episodios se va hundiendo cada vez más en un guión paupérrimo donde -por si lo demás fuese poco- todo lo que está resaltado se sigue sobreexplicando.
Pero si es que hay algo realmente inentendible de esta serie es su protagonista: Juana Viale. La actuación de quién interpreta a la propia Edha es tan mala y constantemente fuera de registro en relación a lo que propone el drama que hace que todo parezca ridículo, pero ni siquiera para reírse, ya que la labor es tan pobre que desde cada gesto o interpretación de las líneas de diálogo lo único que hace es aburrir. Otro gran inconveniente de ella (y de la serie) es su propia voz en off, recurso insólito desde el propio guión, la cual resulta insufrible y hace que la experiencia sea aún peor. Sí, una persona a la que pareciera que le cuesta leer se la pasa explicando lo que las imágenes muestran una y otra vez. Insoportable.
La historia que narra Edha es realmente insulsa e intrascendente, un drama de manual que carece de sentido y en donde la composición de cada personaje resulta tan vacía como incomprensible. Todo resulta inverosímil en este universo que compone Burman, en el cual no se encuentran casi rasgos de su destacado trabajo cinematográfico, sino que se produce todo lo contrario.
Edha es una serie pésima o un insoportable ejercicio de bingewatching. Una obra que ni siquiera sirve para consumo irónico, ya que su ampulosidad jamás lo permitiría, porque esta producción de Netflix que a través de cada uno de los episodios intenta ser un relato serio, lo único que hace es provocar un papelón como pocas veces se haya visto.
2 comentarios