Encerar, pulir
PUNTAJE: 7
Se estrenó por You Tube Red la serie web Cobra Kai, que marca el regreso de los personajes Daniel LaRusso y Johnny Lawrence a la pantalla. El resultado final es mucho más que un fan service para nostálgicos y seguidores de Karate Kid.
En los años 80 las artes marciales y las películas de competencia deportivas hicieron furor en la cultura cinematográfica y despertaron un inusitado interés por las destrezas orientales. Fue la época de gloria de Chuck Norris, Jean Claude Van-Damme y Steven Seagal entre otros. Pero entre tantos héroes de acción que luchaban contra la mafia rusa, la mafia china, los carteles narcos mexicanos –el reaganismo propagó la xenofobia como pocos gobiernos- hubo una saga que se preocupó por la violencia entre adolescentes.
Karate Kid -1984- fue dirigida por John G. Avildsen, el mismo director de la primera y la quinta entrega de la saga de Rocky. Avildsen se anotó una trilogía entera entre sus laureles. Y si bien ninguna de las dos secuelas de las aventuras de Daniel-San y el Señor Miyagi superaron a esa primera inolvidable entrega, los personaje siguieron vivos durante décadas en el imaginario popular. Primero, en formato de serie animada, y ahora, más de 30 años después, en formato de miniserie streaming.
El reencuentro entre Daniel LaRusso y Johnny Lawrence –o Ralph Macchio y William Zabka- en realidad se sucedió hace varios años atrás en la sitcom How I Met Your Mother, en dónde Barney Stinson – Neil Patrick Harris – explicaba que el verdadero Karate Kid y héroe del film original era Johnny, dado que era la víctima de bullying de Daniel, injusto ganador del torneo de karate.
Esta relectura llevó a varios análisis por parte de fanáticos que pedían justicia para el personaje de Johnny. Jon Hurwitz y Hayden Scholssberg –creadores de Harold & Kumar– se tomaron en serio el pedido y crearon esta serie de 10 episodios que marca el regreso al primer plano de Macchio y Zabka tras décadas de vivir encasillados en apariciones especiales y films de bajo presupuesto.
Lo cierto es que como suele suceder con estos productos que apelan a la nostalgia y el fan service, Cobra Kai podría haber caído en el homenaje vacío y la reedición forzada de aquel clásico ochentoso. Pero no. No se trata solamente de revivir personajes sino de una relectura de la película de Avildsen acorde a los tiempos que vivimos ahora.
Sin descuidar las artes marciales ni la profundidad filosófica de la historia creada por Robert Mark Kamen, Cobra Kai toma como protagonista a Johnny, que tras haber sido derrotado por LaRusso tuvo una vida llena de altibajos. La redención de Johnny llega a través de un vecino, Miguel –Xolo Maridueña- un adolescente que sufre permanente bullying en la secundaria y desea aprender artes marciales para defenderse. Diversas circunstancias permiten a Johnny volver a abrir el antiguo dojo Cobra Kai, enseñar la filosofía hostil de su antiguo profesor y entrenar a su primer alumno.
Sin embargo, la rivalidad entre Johnny y su eterno contrincante, Daniel LaRusso nunca se terminó. Ahora, Daniel es el exitoso dueño de una concesionaria automovilística, tiene una familia y utiliza el karate como mecanismo de marketing. La apertura de Cobra Kai desprende diversos sentimientos en Daniel que traerán como consecuencia que regrese al karate para hacerle frente a su rival.
Uno de los aspectos más ingeniosos de esta serie pasa por el punto de vista. Johnny es el verdadero antihéroe de la historia esta vez. Su caída y redención marca la evolución de la serie, y cómo el Cobra Kai se convierte en refugio y salida para aquellos que sufren buyilling propone una relectura sobre la utilización de las artes marciales hoy en día.
Lejos de la solemnidad de series como13 Reasons Why, que intentan proponer una lectura demasiado telenovelesca de esta problemática que se vive a diario a través de redes sociales y agresiones físicas, y psicológicas, Cobra Kai reflexiona sobre otras posibles salidas que incluyen la respuesta violenta, y por ende, sus consecuencias.
Para tener un protagonista tan incorrecto, la serie propone la conservación de los valores que enseñaba el señor Miyagi tres décadas atrás. La dicotomía del carácter de Johnny y su transformación a lo largo de los capítulos traen una lectura moderna y necesaria sobre las consecuencias de responder ojo por ojo a la agresividad.
Quizás el punto más flaco de la serie –y a la vez el más atractivo- radica en la reiteración de situaciones de la primera película en la narrativa actual, junto a los guiños a la cultura ochentosa –además de traer a la vida a los protagonistas, hay referencias a símbolos musicales e íconos culturales como la productora Lorimar- sin embargo, esas flaquezas se compensan cuando la serie muestra que el pasado no se debe repetir necesariamente.
Las sólidas interpretaciones de la mayor parte del elenco joven, de Macchio y especialmente de Zabka, son puntos fundamentales de esta serie que recupera sobre los últimos capítulos la emoción de las peleas en cámara lenta y la filosofía oriental.
Cobra Kai es un viaje en el tiempo, pero también una relectura, un original giro del punto de vista, que sirve para que los fanáticos encuentren la justicia que esperaban hacia uno de los antagonistas más queridos de la cultura popular de los años 80. Y cómo todos estos cambios, pueden modificar la visión en el contexto cultural y sociológico de la sociedad del siglo XXI.
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