La obra maestra de estos tiempos
PUNTAJE: 10
The Americans es la serie más pareja de los últimos años, o quizás de la historia de la televisión estadounidense. Esta brillante creación de Joseph Weisberg y emblema de la cadena FX llegó a su fin y, tras seis impecables temporadas, esta última entrega superó todo tipo de expectativas con 10 episodios memorables.
Entre una excelencia narrativa donde todo encaja perfectamente desde el piloto hasta el episodio final, y un brillante manejo del suspenso como pocas veces se vio en la TV, esta sexta temporada de The Americans fue tan atrapante y repleta de adrenalina, como a su vez elegante y sumamente minuciosa en cada escena. En esta serie todo esta fríamente calculado y donde hasta el más sorpresivo giro narrativo tiene una incidencia más que lógica dentro de lo que siempre estableció el verosímil de la historia.
Siempre se destacó el dueto protagonista de Matthew Rhys y Keri Russell, pero en esta última entrega tuvieron un trabajo sobresaliente y la confirmación de que son una pareja de actores impecable. Desde escenas de alta tensión que rozan todo tipo de límites y entre todo lo extremo que les propuso cada guion, ambos lograron su mejor versión, por lo que deberían ganar todo premio que se celebre este año, porque sus interpretaciones en esta sexta parte fueron sublimes. También sería injusto no reconocer el enorme trabajo de varios personajes secundarios, algunos de ellos interpretados con maestría por Noah Emmerich, Costa Ronin y Margo Martindale, los cuales tuvieron momentos más que destacados en esta temporada final.
The Americans es una serie de detalles y de una evolución tanto narrativa como de construcción de personajes que nunca dejó de sorprender, más aun en este inolvidable desenlace. Todo cierra tan lúcidamente que puede resultar imposible no seguir aún atado al destino de los personajes y a ese hermoso universo que plateó la obra. El show finalizó, pero queda un espacio ficticio encantador que hace pensar una y otra vez sobre las distintas posibilidades que propuso la trama, ya sean las que tuvieron su cierre como las que dejaron una especie de misterio eterno. Todo tuvo un porqué y hasta la revelación más inesperada o ciertos tópicos que mantuvieron la intriga hasta el lapso final fueron dignos de una resolución fiel y acorde a los principios de la ficción.
Muchas veces se ha dicho que la creación de Weisberg nunca fue valorada todo lo que merecía, pero tras esta excelente temporada final seguro crecerá con el paso del tiempo y se convertirá en una de aquellas series de culto como lo son hoy en día Twin Peaks, The Sopranos, The Wire, Breaking Bad o Mad Men. El final de The Americans puede ser tan triste como feliz, crudo y a su vez poético, pero por sobre todas las cosas expone una melancolía que aún lo hace más hermoso de lo que se podía imaginar, porque -después de todo- esta producción original de FX no fue otra cosa que un impecable recorrido de emociones que hicieron de esta historia y de cada uno de sus personajes un icono de la TV de estos últimos años. Sí, algo propio de una gran obra maestra que quedará por siempre en el recuerdo.
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