Amy Adams es todo, la miniserie no tanto
PUNTAJE: 6
Las miniseries de HBO (casi) siempre tuvieron algo especial, lo que hace que ante cada nueva obra las expectativas sean sumamente altas. En este caso, Sharp Objects tenía la ventaja de contar con Amy Adams como protagonista y, basada en la popular novela de Gillian Flynn, esta producción creada por Marti Noxon y dirigida en sus ocho episodios por Jean-Marc Vallée (el mismo de la destacada Big Little Lies) no logra estar a la altura de otras grandes series de la cadena, aunque termina siendo correcta y con varios tópicos de interés.
Sharp Objecs es de esas series irregulares y de las cuales pecan constantemente de sus pretensiones. Desde una marcada fotografía que intenta exponer la crudeza de ciertos pueblos del sur estadounidense como ya se había visto en True Detective, esta obra irá siempre tras el misterio de distintos asesinatos, que sumado a ciertos trastornos y el tortuoso pasado de sus protagonistas hará de todo esto un laberinto de situaciones tan atractivas, como por momentos repetitivas y predecibles. Entre diversos flashbacks y un collage de inserts de imágenes que van desarrollando la historia entre el presente y un tiempo pasado tan trágico como lleno de incertidumbre es que se irá construyendo el relato, lo cual en principio resulta atrapante, pero luego se va tornando un tanto insoportable.
Pero si hay algo de positivo en esta miniserie creada por Noxon es el protagónico de Adams, quién compone a una mujer única, con tantas fragilidades como con una fuerza descomunal. El de Camille Preaker es un personaje salvaje, tan odioso y despreciable, como a su vez encantador y enigmático. El trabajo de la actriz de Arrival y American Hustle es sumamente destacado y en la piel de esta intrépida periodista que siempre parece encontrarse al límite de sus posibilidades físicas y mentales encarna una anti heroína repleta de sensualidad y magnetismo.
A pesar de tener tan solo ocho episodios, el principal inconveniente de Sharp Objects radica en por momentos pareciese ser bastante larga. El universo planteado es particularmente atractivo, aunque -así y todo- cada capítulo se estira y la miniserie termina volviéndose un tanto intrascendente dentro del desarrollo del misterio principal como en el desglose de lo interesante de sus protagonistas. En fin tanto esa cuestión familiar como particular de cada uno de ellos es lo que mantiene el hilo narrativo y radican en lo más destacado de la serie.
Sharp Objects es una miniserie que, a pesar de ser correcta y tener muy buenos momentos, no estuvo a la altura de sus expectativas ni dentro del altísimo standard de calidad de otras producciones de HBO como fueron las recientes The NIght Of o la propia Big Little Lies. Lo que parecía ser una destacada historia termina entre clásico golpe de efecto y un desenlace predecible que a su vez hasta se termina sobreexplicando. De todas maneras, esta especie de final abierto le da un cierre -dentro de todo- digno, el cual debería ser el definitivo, ya que una segunda temporada seria innecesaria. En términos generales, lo mejor que nos queda es un trabajo descomunal de Adams.
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