La muerte les sienta bien
PUNTAJE: 7
Todo el mundo sabe que el 2 de febrero se celebra el día de la marmota. Se trata de una celebración estadounidense bastante local, pero gracias a Groudhog Day, la mítica comedia de Harold Ramis, protagonizada por Bill Murray, la fiesta ha tomado impulso internacional.
En dicha película, Murray interpreta a Phil Connors, un amargado meteorólogo de televisión que está atrapado en el tiempo: repite el 2 de febrero una y otra vez. El motivo nunca se especifica, pero él debe cambiar su modo de percibir la vida. Es una “segunda” oportunidad para convertirse en una mejor persona, e incluso poder mejorar la vida de los habitantes del pueblo en el que está atrapado.
Dicha premisa se basa en un cuento de ciencia ficción que fue adaptado como telefilm llamado 12:01, de Richard Lupoff, en la que un joven es testigo del asesinato de la misma mujer, una y otra vez y debe encontrar la forma de evitarlo.
En los últimos años, varias películas explotaron esta idea con resultados vagos, más ligados a la estructura de un videojuego que a la comedia “moralista” de Ramis; Source Code, de Doug Jones, y Edge of Tomorrow, de Doug Liman, con Tom Cruise, son los ejemplos que más repercusión tuvieron.
Pero Russian Doll, la nueva serie de Netflix, estrenada el 1° de febrero (un día antes del día de la marmota, ¿coincidencia?) es el producto que mejor explotó el concepto hasta la fecha, con una premisa más cercana a la de película de Murray que a una idea de ciencia ficción, autoconsciente de su relación con un videojuego y algo relacionado a las películas Happy Death Day (mezcla de comedia y slasher), cuya secuela es de estreno inminente.
La notable actriz y comediante Natasha Lyonne, escribe, produce, dirige y protagoniza su primer serie, tras ganar numerosos elogios como secundaria de Orange is the New Black, y se asocia con la directora Leslye Headland (Bachelorette) y Amy Poehler (Parks and Recreation) para ponerse sobre los hombros esta agradable comedia con algunos toques dramáticos.
Nadia (Lyonne) es una diseñadora de software de videojuegos que está celebrando su cumpleaños 36 en la casa de una amiga. Es una típica neoyorquina, intelectual, nihilista. Acaba de terminar la relación con un hombre divorciado y con una hija, y busca a su gato que hace tres días que no aparece. Después de despachar a un amante que conoció en la fiesta, encuentra a su mascota del otro lado de una avenida, cuando repentinamente un auto la atropella y la deja sin vida. Instantáneamente, Nadia revive frente al espejo del baño de la casa donde está celebrando su cumpleaños 36.
A diferencia de Groundhog Day, el personaje sigue su vida normalmente falleciendo numerosas veces e intentando vanamente modificar su rutina, y descubrir el motivo que la lleva a revivir en forma constante. La respuesta la encontrará unos capítulos más adelante a partir del encuentro con Alan (Charlie Barnett) un joven cuya vida se modifica completamente cuando su novia lo deja por otro hombre, y también cae en el efecto bucle. Las líneas temporales de Nadia y Alan se cruzan, y ambos se dan cuenta que para escapar al destino (final) deben ayudarse mutuamente.
Con el humor cínico que distingue a los cineastas neoyorquinos, pero con un cinismo más cercano a Noah Baumbach que a Woody Allen, Russian Doll, es una serie que arranca un poco lenta, pero a medida que se suceden los episodios de media hora dinámicamente dirigidos, en su mayoría, por Headland va profundizando en su concepción, y complejizándose en su aspecto dramático.
La serie toma un tono existencialista sin volverse solemne, pero sí algo sentimental, cuando la protagonista descubra aspectos de su infancia que no quedaron resueltos. Ingeniosamente, el trío creativo evade numerosos lugares comunes, especialmente románticos, para recabar, en aspectos psicoanalíticos básicos referidos a trastornos mentales familiares y los obstáculos que cada uno nos ponemos en el camino para no poder progresar en la vida.
Entre el humor, el drama y la ciencia ficción, Russian Doll se convierte en una atractiva e inteligente propuesta que no subestima la inteligencia del espectador. Exhibiendo una radiografía femenina contemporánea, que le escapa a los estereotipos misóginos de la industria televisiva, esta nueva oferta de Netflix es adictiva, se destaca por sus ingeniosos diálogos y giros narrativos, y se planta con un sólido elenco encabezado por la multifacética Lyonne.
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